LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ Y LA LLUVIA DESCUBRIÓ
El pasado miércoles 26 de Noviembre de
De pronto, como es habitual en la temporada de estío en Tucumán, llega la tormenta, algunos truenos, nubes negras henchidas de agua, con la promesa de alivio y frescura, todos aliviados esperando que llegue el “frescor”.
Y llega, con algunas ráfagas de viento más o menos fuertes, una granizada, lluvia y ocurre lo previsible.
El viento se lleva el tinglado enorme del club Villa de Alderetes, se derrumba una pared enorme y milagrosamente no se produce una tragedia. Las jovencitas que en ese momento jugaban al voley, los niños que practicaban basquet sintieron que les llegaba la hora final, aterrorizados corrieron a refugiarse mientras las chapas y los hierros rebotaban en una danza siniestra a su lado.
El viento se llevó el tinglado y llegó la lluvia descubriendo, con su pureza cristalina, el perverso rostro de la corrupción.
No pasaron dos meses desde el día que el gobernador llegaba al Club Villa de Alderetes a inaugurar las flamantes obras, que como todos las obras de este gobierno parecen bien hechas, parecen lindas, parecen resistentes, parecen impecables, parecen hechas con los materiales que corresponden, parecen destinadas a la comunidad.
Como siempre, discursos exaltando las virtudes ciudadanas de los que gobiernan, exaltando la figura del Presidente del Club, que por supuesto, también es presidente del Concejo Deliberante, por supuesto que se sacrifica sin pausas por el bienestar de la ciudadanía de Alderetes.
Y, como siempre, a la larga o la corta, la VERDAD TRIUNFA, esta vez a la corta!!!
El viento malo, fuerte, se lleva el tinglado, y ellos dicen es el viento, es el viento!!!
Mala suerte, justo aquí fue más fuerte, mala suerte.
No se voló el techo de la casa del gobernador, ni la del intendente, ni la del presidente del club.
Dicen: No hay explicación, si se usó todo el cemento, los hierros, los materiales adecuados, toda la plata del subsidio se la usó en comprar los buenos elementos necesarios, para que los niños y jóvenes de la ciudad a los que tanto queremos y cuidamos estén seguros!!!
Es culpa del viento, del malo viento.
Y la lluvia, el agua, como el elemento purificador que es desde siempre deja en limpio la VERDAD.
La VERDAD de las apariencias, de las falsedades, de las mentiras, en fin, de la corrupción enquistada en estos traidores que lo único que les interesa es llenarse sus inmundos bolsillos a costa de cualquier precio.
Y hoy las familias hacen cola, bajo el inclemente sol en la Comisaría, para que allí acrediten que son pobres, porque sin el papel sellado certificante no son pobres, y les crean que sus techos se volaron, no porque son pobres, es por el malo viento y la mala suerte.
SOLO LA LUCHA POPULAR NOS SALVARÁ DE LA TIRANÍA, LA OPRESIÓN Y NOS HARA LIBRES!!!
ALBERTO LEBBOS
DNI 11.226.918
MZA 6 CASA 5 B° N. AVELLANEDA
ALDERETES TUCUMÁN
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